Día: 15 May, 2017
CORRIENTES NARRATIVAS HASTA LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
A medida que avanza el siglo XIX, se produce una crisis de la novela realista , caracterizada por ser un relato objetivo de hechos narrados de manera minuciosa con un narrador omnisciente y descripciones de lugares y ambientes.
Cuando se inicia el siglo XX, nos encontramos con escritores realistas que continúan fieles a su estilo y lo superan o evolucionan hacia subgéneros nuevos. En el otro extremo, se encuentran los que rompen abiertamente con las posiciones estéticas del momento creando «arte por el arte». Son los vanguardistas. Las corrientes narrativas se van a mover hacia una u otra tendencia: realistas y formalistas o renovadores.
El eje que divide el siglo es la Segunda Guerra Mundial. Es complicado abarcar todas las escuelas y autores que surgen antes y después de esa fecha, pero veremos algunos ejemplos de obras escritas en ese período.
En primer lugar, citaremos algunos continuadores de la novela realista: Henrik Sienkiewicz con «Quo vadis?» o John Galsworthy con «La saga de los Forsyte».
Adaptando las técnicas realistas, se crean nuevos géneros novelísticos incorporando otros temas, escenarios y héroes que se enfrentan al entorno: la novela de aventuras, la de ciencia ficción o la policíaca. Autores como Arthur Conan Doyle con su personaje de Sherlock Holmes o novelas de aventuras como «Un mundo perdido». Julio Verne con «La vuelta al mundo en 80 días» o «20.000 leguas de viaje submarino«. Rudyard Kipling con «El libro de la selva» o Mark Twain con «Príncipe y mendigo».
Respecto a las vanguardias de las primeras décadas de siglo, a lo largo de toda Europa aparecen jóvenes escritores que pretenden revolucionar el panorama existente con la creación de obras artísticas en las que se unen el culto a la forma y la experimentación. Un ejemplo es «La metamorfosis» de Kafka.
Por otra parte, frente a la oposición radical al Realismo de la vanguardia, en la literatura anglosajona la transición hacia una novela moderna recoge dos elementos: la incorporación de los hallazgos presente en algunos precursores (James o Conrad) y la asimilación de postulados vanguardistas como avance expresivo. La nueva narrativa lleva los nombres de Joyce o Virginia Wolf, J.R.Tolkien («El señor de los anillos«) o C.S.Lewis («Crónicas de Narnia«) en Gran Bretaña, Marcel Proust en Francia o Thomas Mann, Kafka («La metamorfosis«) o Hesse en Alemania.
Cabe resaltar, además, que a los escritores americanos les resultaba muy atractiva la ciudad de París después de la 1ª Guerra Mundial. Allí se asentaron algunos que fueron bautizados como «La Generación Perdida» : Hemingway («El viejo y el mar«), Scott Fitzgerald («El Gran Gatsby«), John Dos Passos («Manhatan Transfer«), William Faulkner («El sonido y la furia«), John Steinbeck («La perla«, «Al este del Edén«)… Todos ellos comparten la conciencia de compartir determinadas inquietudes ideológicas y estéticas y el encontrarse desorientados, perdidos, en la búsqueda de algo.
La novela existencialista aparece antes de la Segunda Guerra Mundial manifestándose la angustia existencial en los personajes de las novelas de Thomas Mann, Unamuno, Baroja o Azorín. Después de la Gran Guerra, destacarán Jean Paul Sartre y Albert Camus.
Finalmente, aparece otra tendencia a destacar como reacción a las vanguardias. En la década de los treinta se busca un arte más humano, comprometido y social. En Italia, se comienza a hablar de Neorrealismo al analizar la obra de artistas convencidos ante la necesidad de evidenciar con su arte la realidad de una Italia recién salida del fascismo. Se aplica este movimiento al cine y aparecerán directores como Rossellini, Visconti, Fellini… A partir de la cinematografía, se intentan unificar las artes dentro del Neorrealismo y en la literatura destacan Cesare Pavese y Elio Vittorini entre otros.
En los siguientes videos, veremos fragmentos de algunas grandes novelas de esta primera parte del siglo:
«QuoVadis?»
«La saga de los Forsyte»
Arthur Conan Doyle
JULIO VERNE
MARK TWAIN
RUDYARD KIPLING
J.R.TOLKIEN
C.S.LEWIS
HEMINGWAY
SCOTT FITZGERALD
JOHN STEINBECK
LA NOVELA EN EL SIGLO XX
El siglo XX se inicia con EEUU como una gran potencia económica, política y social. Su modelo progresista choca con países como España que pierde sus colonias en 1898. Además, la revolución soviética termina con el modelo burgués y el Crack de 1929 muestra la debilidad del sistema liberal americano.
Los conflictos bélicos dejan millones de muertos en las dos Guerras Mundiales y ese progreso «despersonalizado» no hace feliz al hombre. Tras la 2ª Guerra Mundial, el mundo queda dividido en dos bloques: por un lado, los aliados de EEUU y, por otro, los aliados de Rusia. Dos modelos diferentes pero con algo en común: la angustia, el desencanto y el anhelo por dar sentido a la existencia.
En 1975, se producen una serie de hechos: la caída del muro de Berlín, la unificación política europea, la alianza militar occidental y el depertar de China que llevan a un mundo globalizado con enormes diferencias entre los países del Norte y del Sur y grandes retos como el cambio climático, las migraciones, crisis alimentarias o enfrentamientos político-religiosos. Luces y sombras en la ascensión hacia el progreso.
El género preferido por los escritores será la novela. Aparecen muchos movimientos que dan paso a otros con mucha rapidez. Eso hace que no se puedan caracterizar de modo general las creaciones y autores. La novela tendrá influencia en otras artes como el cine en el que habrá películas basadas en obras literarias con la participación de sus escritores en los guiones cinematográficos. Por ejemplo: «El nombre de la rosa» o «Farenheit 451». Otro ejemplo, relacionado con la música Jazz, es el de la película «El gran Gatsby».
Es complicado hablar de rasgos comunes en las novelas de este siglo, pero con matices y excepciones puede hablarse de: deshumanización («arte por el arte») y novela social, el narrador omnisciente dará paso a un narrador dubitativo que traslada la duda al lector, se destaca el espacio con muchas descripciones, aparecen saltos en el tiempo, el escenario ideal será la ciudad, el protagonista es un antihéroe desorientado y perdido en la ciudad…
En el siguiente video, se relatan algunas características de este convulso siglo XX y sus manifestaciones literarias:
La Lengua con música entra 